Los líderes superiores del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) demuestran el funcionamiento de las deportaciones en el sur de Texas
Un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estuvo presente el miércoles en la frontera sur de Texas para presenciar cómo tres solicitantes de asilo eran devueltos a México bajo las órdenes de expulsión del Título 8 de la administración Biden.
Acompañados por agentes, dos venezolanos y un cubano fueron escoltados en fila hasta la mitad del puente internacional Gateway, en Brownsville (Texas), donde se les indicó que continuarán caminando hasta Matamoros (México).
“Las medidas que estamos aplicando como parte de nuestro enfoque integral para gestionar los flujos migratorios en la frontera están dando resultado con las devoluciones voluntarias y los retornos a México que están ocurriendo ahora mismo detrás de nosotros”, dijo a los medios de comunicación el subsecretario del DHS, Blas Núñez-Neto.
“Nuestra nueva política establece condiciones lógicas para aquellos que no utilicen los canales legales que hemos ampliado”, agregó.
Las personas deportadas o devueltas a México se enfrentan a una prohibición de reingreso a Estados Unidos durante cinco años. Si intentan cruzar la frontera antes de que transcurra ese período, podrían enfrentar un proceso penal y una posible prohibición de ingreso de hasta 20 años.
Además, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha incrementado los vuelos de deportación a través de ICE Air.
El martes, ICE Air llevó a cabo varios vuelos de deportación a la República Dominicana, Colombia y Honduras. Y se tienen programados más vuelos de deportación para esta semana desde el sur de Texas, según informó ICE.
El Título 8 reemplazó al Título 42 que se implementó durante la pandemia el 11 de mayo. Esta orden de salud pública, vigente desde marzo de 2020, prohibía que los migrantes solicitaran asilo en la frontera con el objetivo de detener la propagación del COVID-19.
Según el Título 8, los solicitantes de asilo deben solicitar entrevistas en los puertos de entrada de Estados Unidos con el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) utilizando la aplicación CBP One.
También pueden solicitar entrevistas en 100 centros regionales de tramitación que están siendo establecidos por el Departamento de Estado de Estados Unidos y las Naciones Unidas en países de América Latina y el Caribe.
Núñez-Neto anunció que, a partir del jueves, la aplicación CBP One aceptará 250 citas adicionales al día, es decir, un total de 1,250 para toda la frontera suroeste.
Además, enfatizó que aquellos que no sigan este proceso serán deportados o devueltos a México.
El jueves, más de 100 migrantes de América Central tienen programado ser devueltos caminando desde el Puente Internacional McAllen-Hidalgo a Reynosa, México, según funcionarios del CBP.
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